Iglesia Nuestra señora de la Antigua
La iglesia de Santa María de La Antigua se levanta desde al menos el siglo XI en
la ciudad de Valladolid. Conserva de fines de la centuria siguiente (siglo XII)
una esbelta torre románica rematada con un chapitel
apiramidado de teja y un pórtico en el lado norte también románico. El resto
del edificio es gótico y neogótico,
pues se levantó en el siglo XIV y, tras posteriores añadidos en diferentes
estilos, fue intensamente restaurado y reconstruido en la primera mitad del siglo XX,
regresa Posiblemente sea una de las parroquias con más historia de Valladolid.
Bajo el actual edificio se han encontrado restos de unos baños romanos.[1]
Se menciona su existencia en 1088, siendo por lo tanto anterior a la Colegiata de Santa María la Mayor
a lo que alude su apellido la Antigua. Parece ser que fue dotada, en el siglo XI (1095) por el conde Pedro
Ansúrez, repoblador de la ciudad. De esta construcción primitiva no se
conserva nada. Las partes más antiguas del actual templo datan de finales del siglo XII
o primeros años del siguiente y son de estilo románico: la galería porticada
situada al norte del edificio, y la esbelta torre, situada a los pies, con
planta cuadrada y cuatro pisos, con ventanas en los tres últimos, rematada con
chapitel piramidal. El resto del templo fue reedificado probablemente en el siglo XIV, bajo el reinado de Alfonso XI de Castilla, siguiendo el estilo gótico y con notables influencias de la Catedral de Santa María de Burgos. Esta iglesia del siglo XIV se organizaba en tres naves, rematadas por tres ábsides poligonales, sin girola, y crucero manifestado sólo en los alzados y no en la planta. La planta presenta varias irregularidades, sobre todo en la cabecera, quizás por intentar aprovechar cimentaciones anteriores, por errores de replanteo o por cambio de decisiones, y el eje del templo tiene una ligera desviación frente a los de la torre y galería porticada. Las bóvedas eran de crucería sencilla y se apeaban sobre pilares de núcleo cilíndrico con columnillas adosadas. Los plementos de la capilla mayor están calados, como sucede en la catedral burgalesa. La iluminación se resolvía con esbeltos ventanales ojivales geminados con derrame exterior e interior en los ábsides, sencillos huecos pareados en la nave central y dos grandes rosetones, cuya tracería original se desconoce, en los dos hastiales de los cruceros. datos de Wikipedia |
Muy completo
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